El partido entre Barrio y Progreso jugado el último domingo en Villaguay dejó en evidencia las irregularidades que presenta la cancha y los privilegios que tienen algunos clubes a la hora de las exigencias.
La dirigencia de Progreso lo hizo saber con una nota presentada en la noche de este lunes en la reunión de la Liga Villaguayense de Fútbol donde enumeran las irregularidades en la infraestructura (que le deberían exigir a todos los clubes) y un arbitraje parcial que dejó mucho que desear.
Entre los puntos que Progreso dejó asentado, señalan los siguientes.
La cancha del Barrio Sud no está en condiciones para jugar un partido oficial, ya que no cuenta al menos con un banco y una puerta en condiciones en el vestuario. La puerta peligraba que se cayera encima de los jugadores, lo que ocurrió sin pasar a mayores. Ante esta situación los jugadores debieron cambiarse prácticamente a la intemperie.
En los muros de alrededor de la cancha y árboles estaban personas trepadas, las cuales faltaban el respeto al banco de suplentes de Progreso (Insultos) teniendo pruebas al respecto, señalaron.
Otro dato alarmante que denuncian era que “los alambrados corrían el riesgo de caerse y había piedras y palos que podrían servir para agresiones”.
LAS IRREGULARIDADES EN EL ARBITRAJE
El arbitraje fue el centro de que se generara lo sucedido en la cancha. En el partido de reserva el línea cobró un penal. Acto seguido un jugador de Barrio agredió a uno de Progreso, lo cual el árbitro demoró en tomar una decisión, generando la reacción del 5 del equipo de San Salvador (reacción que no se justifica).
Mientras tanto el árbitro Izaguirre al ver el hematoma del jugador Tobías Morén (Progreso) en la cabeza intentó justificar al 2 de Barrio sobre la supuesta lesión provocada. Entonces quedó en la nada el penal y se siguió el juego sin sancionarlo.
Ante el reclamo al árbitro contestó que si no lo echo al de ustedes se arma con Barrio (textuales palabras) y de ahí en más fue cualquier cosa menos un juego.
Además de amenazar diciendo que él (por el árbitro) se iba a encargar de que el jugador Tobías Moren no pisara más una cancha porque al irse enojado pega un portazo
Progreso en la misma nota, también cuestionó el arbitraje de primera división, señalando que fue inadmisible el permanente corte de las jugadas. Incluso, el hecho más increíble fue cuando expulsó al n° 4 de Barrio Sud, pero este siguió en la cancha.
Por otro lado, el Club Progreso pidió disculpas por la reacción verbal de la hinchada de su equipo, lo que fue derivación de un arbitraje desmedido.
Por último, Progreso solicitó que se tomen medidas en relación a ello, manifestando su preocupación por los arbitrajes, tema del que se viene insistiendo desde el comienzo del torneo.