Con un futuro prometedor, uno de los jóvenes futbolistas de San Salvador que emigró a probar suerte a Buenos Aires es Demir Walter Vergara. A los 13 años se fue a probar suerte a Argentinos Juniors, donde quedó y fue campeón dos años con la 6ª División. Ahora, espera por la reanudación del fútbol para debutar en Almirante Brown con le meta fija de llegar a primera división.
Llegó a la cita acompañado por su padre, Gustavo, quien se destacó en Progreso, para hablar con LA SEMANA y SANSA DEPORTES de su pasado reciente y lo que espera del futuro inmediato.
“Empecé a jugar a la pelota desde muy chiquito. Mis padres me llevaron a Progreso a los 3 años y estuve hasta los 5. Después estuve en Unión dos años y cuando volví a Progreso jugué hasta que me fui a Buenos Aires”, empezó diciendo.
En su categoría 2003 tuve la posibilidad de jugar algunos torneos provinciales con Progreso y como refuerzo de Libertad de Villa Domínguez, en la que salimos campeones en el 2016.
Enseguida emigró al fútbol de la capital: “Todo surgió por un amigo de mi papá que sabe cómo se manejan allá. Me fui a probar y quedé en Argentinos Juniors. Estuve 3 años y medio y pasé a Almirante Brown”.
La adaptación al principio me costó, dice Demir que tuvo alojamiento en la casa de un tío. “Con el tiempo te vas acostumbrando. Y como es algo que me gusta lo puedo sobrellevar mejor”, agregó.
Demir se destaca como volante central, pero también jugó en otros puestos, tanto de 2 como de 9: “Me adapto a lo que necesite el técnico”, dijo.
Hasta el año pasado jugaba en la 6ª categoría y era titular, alternando como 2 o 5. Este año estaba listo para debutar en Almirante Brown, pero cuando se preparaba para el comienzo llegó la cuarentena y me vine a San Salvador, destacó Demir Vergara.
El joven futbolista, hincha de Boca y con sentimiento especial por Argentinos Juniors, además de ser admirador de Juan Román Riquelme, dice que “me encantaría llegar a primera y ver qué pasa porque se pueden abrir muchas puertas. Es difícil, pero con mucho sacrificio y constancia creo que lo puedo lograr”.
Consultado por la preparación y las diferencias con relación a lo que vivió en Progreso, comentó que “allá es mucho más intenso. Se entrena los cinco días de la semana una hora y media, te exigen y está bueno que sea así”.
Los estudios también son importantes y Demir sabe que no los debe perder de vista. “Voy a la mañana a la escuela y entreno a la tarde. Por suerte en los estudios me va bien. Estoy en el último año del secundario”, afirmó, porque “el estudio es una de las primeras cosas que tengo en mi cabeza. Quizás no se da lo del fútbol, aunque espero que se dé, pero hay que estar preparado con algo”.
Al momento de pedirle una definición de su juego, Demir no dudo en decir: “Soy un jugar fuerte, pero lírico. No me gusta tirar la pelota a cualquier lado, sino salir jugando. Los técnicos rabiaron mucho conmigo porque cuando jugaba de 2 había veces en las que se me complicaba y salía tirando un caño de abajo. Se enojaban, pero trataba de imponer mi característica”.
Siempre me gustó Riquelme. Siempre me fije en él por la forma de jugar porque no soy rápido y me gusta su juego, me enfocó en él, agregó.
En Argentinos Juniors salimos campeones en el 2017 y jugué de 2. Al año siguiente volvimos a salir campeones en un torneo competitivo, con buenos jugadores y sobresalientes en algunos. La competencia es muy exigente”, remarcó finalmente.