José «Tata» Luna con uno de los trofeos ganados en los torneos barriales y el equipo de Libertad.
En la década del 60 y más cerca en el tiempo era común que un grupo de amigos armaran un equipo de fútbol para jugar torneos barriales. Así se formaron muchos equipos en San Salvador que dejaron su grato recuerdo. Uno de los que vivió esa época fue José “Tata” Luna, que recordó algunos momentos cuando una pelota bastaba para divertirse y pasarla bien con amigos.
José “Tata” Luna comenzó a jugar al fútbol en el año 1962, aproximadamente, en los infantiles en la cancha de la Iglesia. Esa fue la primera y única vez que vestí la camiseta de Unión, le dijo a LA SEMANA. Además, vistió la camiseta de Tango Bar, Libertad, Nuevos Rumbos y Petroleros, entre otros.
Equipo de infantiles de Unión y Fraternidad en 1962, única vez que Tata Luna vistió la camiseta del azulgrana.
En los infantiles jugó para Unión, cuando el técnico era Jorge Atrio junto al Coti Negrete. En el equipo (foto) estaban Luis Echepare, Toto Andereggen, William Ingleson, el Bocha Roldán, Arturo González y el Tata Maraco.
Después en los campeonatos de los barrios jugó para el Tango Bar, que era el bar de doña Liberata, la madre de Carlos Tamayo. “Formamos un equipo y nos entreverábamos en los torneos de los barrios” en 1968, recordó.
“El fútbol me dejó muchos amigos, donde compartimos muchos viajes con las familias.
Dijo que “en el Tango Bar pase mis mejores momentos en el fútbol. Lo mismo que en Petroleros. Se jugaba mucho en los barrios y a la tardecita, después de trabajar, siempre nos juntábamos a jugar a la pelota en la cancha de Nuevos Rumbos”, apuntó.
De la época del Tango Bar recordó que “a doña Liberata sabía venderle dos canastos de mandarinas y también carasucias con manteca caseras”, algo que gustaba mucho en ese entonces.
También tuvo un paso por Nuevos Rumbos y por Libertad, otro de los equipos de la época en San Salvador.
En Libertad jugaban, entre otros, Pepe Zalazar, Pololo Aranda, Tito Villalva, el Negro Arrúa, Pico Manzanares, Acosta, Tite Santana, Oscar Santos, Oscar Maciel, Tata Luna, Morilla y Guchín Arrúa.
Más adelante vistió la camiseta de Petroleros: en un partido que jugábamos en la cancha que estaba en el Bv. Villaguay, donde hoy está Alcalá, fuimos a pelear fuerte una pelota con un rival. La pelota rebotó para arriba y cuando baja cabeceó y la pelota llegó al piso desinflada. Se había escuchado el silbido perdiendo el aire porque se había pinchado, recordó Tata Luna.
A mí siempre me gustó el fútbol, y nunca tuve problemas con los rivales y los compañeros, porque me gustaba compartir con los muchachos, recordó. Por lo general los torneos barriales se jugaban los sábados de tarde y concurría mucha gente.
También recordó que jugando contra Sacachispas me tocó patear un penal. Lo hice muy bien porque la coloqué arriba cerca del ángulo, pero el arquero -al que decían Chomeres- me la sacó. Increíble, pero llegó y me dijo “seguí pateando nomás” porque se agrandó.
También jugué en Lonja Limpia, que tenía una camiseta verde. En esa época había buenos jugadores.
Yo siempre jugué de 5. En Petroleros lo hice de 6. Después jugaba donde me ponían y tenía habilidad para patear con las dos piernas. Jugué hasta el 81 y tenía 29 años.
Los partidos de Petroleros con Unión o con Nuevos Rumbos, eran clásicos y se jugaban a cancha llena, dijo Tata Luna.
Entrevista: Fernando Rodriguez / La Semana.