La noche del sábado pasado marcó el cierre de los festejos por el cincuentenario del Club Progreso. Lo hizo con una cena show en el salón de su sede social, que estuvo colmado de socios, dirigentes, hinchas e invitados a esta fiesta de cierre del Bicho Verde.
La fiesta comenzó con palabras del presidente del club, Samuel Rosckopf, quien agradeció a todos la presencia que permitió llevar adelante esta fiesta. Del mismo modo reconoció la tarea de fundadores y alguno de los primeros jugadores que estaban presentes, a los que invitó a pasar al frente.
RECUERDOS Y ANÉCDOTAS
Victorino García, Juan Riso y Marcos Rodríguez tomaron la palabra en la oportunidad.
Esto es como un sueño que empezamos con Ramón Montes, yo diría que antes del 73. Después se sumó el compañero Riso. Los primeros pasos jugando en las colonias, haciendo un gran sacrificio para viajar. Primero como un pasatiempo. Luego se fue formando el equipo y que te parece me dice Montes si entramos a un torneo que organizaba la Parroquia, con 7 jugadores formamos el equipo de La Tranquilidad, y empezó a caminar la idea. Como rival tuvimos a 3 Focos, donde jugaba Riso y nos ganó. Después jugamos otros partidos y teníamos que comprar camisetas y ponerle un nombre con identidad.
En ese tiempo yo me encargué de hacer una rifa y en la casa de Montes empezó todo. Le pusimos el nombre de Progreso Unidos. Yo estuve hasta el 77.
Riso destacó que “esto es un sueño y nunca pensábamos que podíamos llegar a cumplir 50 años”. Entre los presentes resaltó a Ricardo Ramírez, que jugaba como número 2 y fue el primero en ese puesto con una enorme calidad en el equipo de Progreso. Armamos una comisión para hacer un club de barrio”.
Marcos Rodríguez recordó una anécdota de un partido contra Unión en El Fortín: “De pronto se armó una pelea entre jugadores de los dos equipos. Yo estaba parado en el arco y era el arquero porque no había otro. Yo tenía 11 años y cuando miro para el costado apareció mi mamá con un arreador. Mala conmigo, porque me había mandado a cuidar los caballos y yo me había ido a jugar al fútbol. Cuando la veo salí corriendo cortando campo por los eucaliptus donde teníamos los vestuarios. Abandoné el arco, abandoné todo. Me cambié y en la esquina de mi casa había unos pintos altos que, cuando mi mamá se enojaba, me subía y no me alcanzaba. Era cascotazo iba y venía. Se cansaba y me tuve que quedar a dormir arriba”, donde (precavido) había una almohada lista para este tipo de contingencias.
LA REVISTA DE PROGRESO
Luego se presentó la revista de los 50 años de Progreso, una edición especial con material histórico, donde se presentan los hechos más importantes de la institución.
La investigación periodística y entrevistas realizadas por el periodista Fernando Rodríguez desarrolla el camino desde sus inicios en el barrio la Tranquilidad, donde un grupo de jóvenes se juntaba a jugar a la pelota, hasta la actualidad, incluido un detalle de los festejos que se cumplieron el pasado 23 de setiembre.
“Antes de formarse Progreso se llamaba Defensores de La Tranquilidad y con Victorino García formamos el equipo y tuvimos la idea de armar algo más, como un club”, recordó Ramón Montes, quien en esa época se dedicaba a la música y más tarde colgó los botines para dedicarse de lleno a Los Lithers. Incluso en setiembre de 1975 Los Lithers se presentaron en el galpón de Elvio Bernardi para celebrar los 2 años de Progreso.
El primer equipo lo formamos para jugar en los torneos barriales en la canchita de la Iglesia, donde estaban Victorino García, Ricardo Ramírez, mi hermano Ángel, Alejandro Melnik y yo (Montes). El técnico era Ángel Rojas. Esa fue la siembra de lo que luego sería Progreso, remarcó en una nota que aparece en la revista.
Testimonios de Victorino García, otro de los fundadores, Juan Jesús Riso, César Pellenc, Roberto Leguizamón y Adriano Ríos, son parte de recuerdos de la rica historia del Bicho Verde.
Los nombres de los primeros futbolistas que vistieron la casaca verde en 1973, el primer partido oficial, la primera etapa en la Liga de Villaguay, el paso por Colón, la brillante etapa en la Liga Zonal de Fútbol de San Salvador y muchas anécdotas enriquecen la revista de Progreso.
En detalle, gracias al archivo de La Semana, se reviven los títulos conseguidos en 1996, 1998, 2002 y 2003. Del mismo modo, se puede leer un pormenorizado informe de cómo se logró llegar a obtener el predio propio con su cancha de fútbol principal, vestuarios y la del fútbol infantil.
En la revista no podían faltas los últimos clásicos más calientes con Unión, su participación en la Súper Copa Entre Ríos, el vóley, el tejo, el fútbol de veteranos.
Para cerrar, un informe de lo que es hoy la institución y un completo informe de los actos centrales. También la revista cuenta con 8 páginas a todo color de alta calidad donde quedan plasmadas imágenes de ayer y de hoy de cientos de chicos y grandes que fueron y son parte de la vida de un club de barrio, que se gestó con gente humilde y de trabajo que hoy ve sus frutos al llegar a los 50 años.
CIERRE A PURO BAILE Y CON LAS TORTAS DE LOS 50
Luego vino la cena, el baile, las tortas de los 50 años que tenían las figuras de la cancha, la sede, el logo del club y del cincuentenario.