Río Grande campeón del Nocturno de Unión 1986.
Parados: Tata Luna, Girja Gerard, Miguel Zambrano, Horacio Visconti, Jorge Lanaro, Leti González, Tatán Morínico, Paleta Sillen.
Abajo: Nelson Challiol, Tomás Lagos, Lucho Iribarren, Jorge Pastorini, Cancho Gerard y Chiviro Yeri.
Los campeonatos nocturnos de fútbol de los barrios tuvieron su apogeo en San Salvador en los finales del 70 y en los 80.
Con torneos que se jugaban, primero en la Cancha Municipal y en la de Unión y Fraternidad, tanto el azulgrana como Progreso eran los organizadores. Incluso llegaron a jugarse los dos torneos al mismo tiempo en la época del verano.
Una multitud asistía a cada una de las jornadas, la que se multiplicaban en los encuentros decisivos.
Equipos como La Cañada, el Ceberss, Kiosco Okey, Pancho Ramírez, Defensores Unidos, Fortunato y Jacinta e Industrias Río Grande fueron protagonistas principales de esa época.
En marzo de 1986 Industrias Río Grande fue el campeón del torneo nocturno de verano “Florencio Fernández” que organizaba Unión y Fraternidad. Había llegado a la final como el mejor perdedor y tuvo que vérselas con Defensores Unidos.
El llegar desde abajo y con la obligación de ganar no fue impedimento para los amarillos que fueron una topadora en los dos partidos decisivos.
En la primera final se impusieron 4 a 0 con goles de Oscar “Cancho” Gerard, Miguel Zambrano, Nelson Challiol y Luis Iribarren.
En la revancha, el partido fue más duro y Defensores estuvo cerca, pero no le alcanzó.
Al minuto Río Grande se puso en ventaja con un penal, pero sobre el final del primer tiempo empató Defensores con un gol del Zorrino José María Rivero.
En el segundo tiempo las cosas empezaron a cambiar, destaca la crónica de LA SEMANA del 4 de marzo de 1986. El ingreso de Nelson Challiol fue determinante porque a los 5 minutos estrelló una pelota en el travesaño y cuatro minutos más tarde anotó el segundo gol para Río Grande.
Defensores se fue quedando y Río Grande aprovechó para aumentar con la experiencia de Miguel Zambrano. Con uno menos, por expulsión de Pastorini, Río Grande quedaba en desventaja, pero enseguida Morinico vio la roja en Defensores.
En el final, Miguel Zambrano, el máximo goleador, apareció dos veces más para decretar el lapidario 5 a 1.
En el comentario de LA SEMANA se destaca el buen fútbol desplegado por el campeón, apoyado en las individualidades de gran labor como la de Jorge Lanaro, Nelson Challiol que desde el banco le aportó frescura, las ganas de Pastorini y una delantera compuesta por jugadores que a la hora de definir estaban presentes. Además, contaban con la habilidad de Chiviro Yeri, el arquero Visconti y los defensas Sillen, González y Lagos, además de Morínico en el medio.