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Martín Iribarren recuerda la gloriosa época del padel de San Salvador

El padel tuvo en Martín y Gustavo Iribarren a dos de los máximos exponentes en la década del 90. LA SEMANA siempre se ocupó de informar  acerca de los torneos en los fueron protagonistas al desplegar un juego de alto nivel.
En diálogo con LA SEMANA, Martín Iribarren recordó esa gloriosa época del padel, cuando junto a Roberto Pérez Mercader ganaron dos torneos argentinos.

“Esa fue una época muy linda y pudimos salir de la ciudad en distintos lugares de la provincia en los entrerrianos. Empezamos jugando el primer torneo prácticamente de casualidad porque Gustavo no tenía experiencia. Solo había jugado dos o tres veces, e incluso por la edad, tenía 15 años, y había un límite de edad y no podía jugar. Lo autorizaron y así empezamos el primer torneo como para probar y lo terminamos ganando. Fue una final contra Hugo Lantelme y Néstor Golden que se suspendió por lluvia porque en esa época la cancha del Bayo no era techada. Habíamos jugado dos set y con una cancha llena de gente. Después paró la lluvia, se secó y la gente volvió y terminamos ganando en el tercer set”, recordó Martín.

“Después empezamos a salir a los entrerrianos. Gánanos dos o tres torneos en San Salvador. Fuimos a Villa Elisa, donde tenemos familiares, fuimos a probar y también lo ganamos. Después fuimos a Concordia y a los entrerrianos. Más adelante se cortó la pareja porque Gustavo tomó el camino del fútbol y entonces tomamos el camino con Roberto Pérez Mercader”, recordó Iribarren.

Ganamos un provincial en C. del Uruguay y dos torneos argentinos. Uno en Rosario y el otro en Resistencia, Chaco. Después de este torneo nos hicieron un reconocimiento en San Salvador.

Al señalarle los duelos con los hermanos Arlettaz, Martín dijo: “Uno de los más recordados fue la primera vez que nos enfrentamos que fue en la cancha del Plaza Paddle. No sé la cantidad de gente que había, pero estaba repleto al costado, detrás en la zona de los baños que estaba detrás de la cancha, y arriba del techo, en la terraza de la casa de Tito Dodera había más de 50 personas.

Aparte fue un partido peleado que terminamos ganando. Fue una locura. En esa época era jugar los partidos con 200/300 personas. Lleno total, agregó.

Los primeros partidos los ganamos nosotros y después nos ganaron dos ellos. Una vez nos cruzamos en un entrerriano y nos ganaron en C. del Uruguay. Pero sí, cada uno tenía su hinchada y disfrutamos de grandes partidos, con una sana rivalidad, apuntó Martín a LA SEMANA.

Al recordar algunas anécdotas, señaló que varias veces “fuimos a jugar los provinciales a dedo. Me acuerdo de haber ido a Gualeguaychú, hicimos dedo en el ripio hasta Ubajay. De allí nos llevaban hasta el pueblo más cercano y así íbamos llegando para jugar”.

Fernando Rodríguez.

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