El director técnico de las divisiones inferiores de Sportivo San Salvador, Francisco Silvestrini, que estuvo como ayudante del Cali Pérez en la reciente temporada del Torneo Federal de Básquet deja la institución para sumarse a central Entrerriano de Gualeguaychú.
Silvestrini, era sin ninguna duda, vital a la hora de las decisiones del equipo de primera división, merced a todo su trabajo previo y el conocimiento de los rivales. También supo llevar adelante una gran camada de jugadores de las inferiores llegando a las finales provinciales con el Sub13.
Sin duda, una salida que Sportivo sentirá, por sus conocimientos, su trabajo y entrega hacia cada jugador de la institución, sea de las inferiores o de primera división. Un entrenador con un gran futuro.
LA NOTA EN LA QUE ANUNCIO SU DESPEDIDA DE SPORTIVO
No encuentro fácilmente las palabras para este momento, son muchos sentimientos encontrados. Después de dos hermosos años, me toca despedirme de mi querida familia celeste. Dos años que, si bien parecieron poco, por lo rápido que pasaron, y los hermosos momentos que vivimos juntos, significan para mi crecimiento y desarrollo personal mucho más que eso.
Llené mi mochila de aprendizajes, de experiencia, de aciertos y errores, como no podría haberlo hecho en ningún otro lugar. Eso fue gracias a todos los que me acompañaron en el proceso:
En primer lugar, a todos los chicos del club. Gracias por enseñarme tanto, por entrenar todos los días con el mismo compromiso, y, fundamentalmente, por entender que lo más importante es disfrutar y pasarla bien. Me llevo amigos para toda la vida, y deseo que no se les apaguen nunca esas ganas de de divertirse, ese amor por el básquet.
Les agradezco mucho a los profes con los que compartí este tiempo. Nacho, Fer, Simón, Milton, gracias por su predisposición al trabajo y los momentos compartidos. Al Cali, por la temporada profesional trabajando juntos, otro espacio de aprendizaje pleno. Especialmente, le agradezco al Pollo por estar siempre al pie del cañón, codo a codo desde que llegué. Por marcarme el camino y por escucharme, por seguirme en las locuras. Por todos los viajes y días eternos compartidos, gracias.
Tendría que hacer un texto aparte para agradecer a los dirigentes del club, y al grupo de trabajo de padres. No sé si en algún club, los profes estarán tan cómodos como acá. Nunca nos faltó nada, ni dentro ni fuera de la cancha. Si faltó algo lo pedimos, y lo tuvimos. Hacen que nuestro trabajo se reduzca a estar con los chicos y entrenar. No nos tenemos que preocupar por ninguna cuestión logística. En nombre de todos, gracias a Manu, Marianela, Carlitos, Tucho, y, fundamentalmente, a Caro. Gracias Caro por llevar adelante el club de la forma que lo haces, ante toda turbulencia. Gracias por estar siempre y hacerme mejor entrenador y persona.
A los padres, gracias por acompañarnos en la justa medida. Gracias Dani por los panes. Gracias Javi Vargas por tener siempre nuestra cancha lista para entrenar.
Con una mezcla de tristeza y alegría, encuentro una oportunidad para seguir creciendo desde un lugar diferente, que hoy quiero tomar, a pesar de que es la despedida más difícil que alguna vez me haya tocado hacer. Me duele mucho que se termine tan rápido. Cuando uno toma decisiones, intenta hacerlo con esperanza, y ganas de que todo salga bien. Y si bien es así, no puedo evitar sentirme triste; no solo por dejar el club, sino por no poder tenerlos a todos un tiempo más conmigo, para crecer, aprender y disfrutar juntos.
Las personas estamos de paso, las instituciones quedan. Un club grande como Sportivo trascenderá más allá de los entrenadores que pasemos. Espero poder haber dejado una huella durante estos años.
Mi mejor resultado personal no será ninguno de los campeonatos ganados, ni finales alcanzadas, menos aún en categorías intermedias. Mi mejor resultado será que, al pasar el tiempo, haber vivido juntos tantas cosas nos hagan mejores personas, que estemos en contacto permanente, y que puedan contar conmigo para lo que necesiten.
¿Mi mayor deseo? Que venga lo mejor para todos, que el club siga en constante crecimiento, y que nos volvamos a encontrar.
Gracias, de corazón. Los quiero mucho.