A lo largo de 70 años numerosas personas anónimas pasaron por el Club dejando lo mejor de sí. Entre ellos podemos mencionar a los denominados cancheros o utileros que son parte silenciosa pero muy importante de una institución. Uno de ellos fue Gerardo Ríos quien pasó por Sportivo en los primeros años de la década del 80. Su trabajo, las vivencias y lo que le dio Sportivo están reflejadas en esta nota con «La Semana»
Comencé a trabajar en Sportivo por el año 1984 cuando se inició la Liga Nacional de Básquet que fueron los primeros años de Sportivo en la Liga y coincidió con el comienzo de esta competencia nacional, nos dijo Gerardo Ríos.
Antes que yo llegue al club estaban López y su señora que se dedicaban a la limpieza de la cancha de básquet. Cuando entré me hablaron para la limpieza de la cancha y mantenimiento y después seguí como utilero del equipo de primera división y viajaba con el plantel como encargado de la ropa, repartía las camisetas y mi señora se encargaba de lavarlas en mi casa, comentó.
Recordó que «si bien no era un jugador, compartí todo con los jugadores de renombre que tenía el club en ese momento y me hicieron sentir como uno más del plantel. Compartí el hotel, las comidas, todo».
No podía dejar de mencionar otros aspectos que le dejaron su paso por Sportivo. En este sentido rescató: «Todos los recuerdos que tengo del básquet son gratos para mí porque siempre me sentí bien, conocí muchos lugares, tenía buena relación con los jugadores. Por ejemplo, varios jugadores tenían feeling conmigo y no me quiero olvidar de Hipólito Fink que siempre me hizo sentir uno más y en los viajes siempre me sentaba con él y le cebaba mates amargos con mates dulces mientras él leía algún libro. También las anécdotas de Facundo Luna que cuando los viajes eran largos para que no sea tan cansador hacia juegos en el colectivo, apostábamos a las patentes de los autos y de paso algunos juntaban algunos pesos. Además Facundo era el que hacía sentir bien a sus compañeros y nos hacía reír con alguna salida».
«De otros jugadores me quedó grabado el equipo del 86 donde habían venido jugadores que estaban en equipos de Buenos Aires, como el caso de Pablo Gianelli en San Lorenzo, Esposito y Berrondo en San Andrés, junto al Chivo Rivero, el Polo Fink, Facundo Luna, el Turco Jacobo, una muy buena persona y amigo con quien también compartíamos los viajes. Y los americanos que no tenían mucho roce con nosotros pero siempre tuvimos buena relación. Me quedó mucho Jimy Lampley que era un gran jugador que se paraba en la línea de tres y no fallaba», recordó Gerardo Ríos.
El trabajo propio del utilero cuando viajábamos a jugar de visitantes era llevar todos los equipos y nos instalábamos en el hotel y en cada habitación repartía todo el juego de camisetas para entrenamiento, equipo largo, corto, y para jugar. Después me encargaba de recolectar toda la ropa jugador por jugador, agregó.
Cuando me inicié casi que no entendía el juego del básquet. Cuando entré en la cancha me empezó a gustar porque a mí me gusta mucho el fútbol, pero me parece que el básquet lo superó y hasta el día de hoy lo sigo a Sportivo. Aparte cuando se entiende el juego uno le toma más entusiasmo y el fervor de la gente te lleva a que se te erice la piel por el cele.
En especial quiero agradecerle a los hermanos Suen, a Boccadoro, Santiago Marcogiuseppe, a Luis Golden, personas que a pesar de la clase social, por decirlo de alguna manera, siempre me hicieron sentir como uno más de ellos. Incluso muchas veces me sentaba al lado de ellos y me hacían sentir como uno más del plantel.
Pude conocer lugares impensados como Mar del Plata que no me cabía en los sueños conocerlo y gracias a Sportivo pude ir dos veces y conocer Mar del Plata.
Por último dijo: «te agradezco Fernando por la nota para recordar mi paso por Sportivo San Salvador que fue muy grato para mí porque pude conocer varias provincias gracias al básquet. Incluso quiero mandar un saludo muy especial a los chicos que están trabajando hoy, que lo están haciendo muy bien, con mucho sacrificio, a pesar que la situación económica es asfixiante, a toda la barra del Cele y vamos Sportivo».
Fuente: Edición Especial de La Semana 70 años / Fernando Rodríguez.