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Desestimaron la protesta de Ferro, confirmando que las trampas tienen más valor


La final del Básquet de Concordia quedará manchada con un manto de sospecha de una mano negra para favorecer a Capuchinos.

Esto se puede apuntar luego que la Asociación desestimara la apelación y protesta presentada el miércoles pasado por el Club Deportivo Ferrocarril.

Finalmente, lo inaudito ha sido avalado por el ente organizador de la competencia. Confirmar el triunfo de Capuchinos cuando en realidad el partido terminó igualado en 68.

En el día de hoy lunes la Asociación de Básquet de Concordia envió al Club Deportivo Ferrocarril la resolución sobre la presentación de protesta realizada por la entidad de San Salvador, donde la rechaza categóricamente por ser presentada fuera de término e incumplir el pago del arancel. 

Esta resolución se tomó en base al reglamento de la Liga Provincial (Aunque en este caso se trataba de un torneo asociativo, donde la forma de disputa y las definiciones son totalmente diferentes).

La nota está firmada por el Juez de Penas, Juan Diego Rovira.

 

LA COPIA DE LA NOTA DE RECHAZO



 

UN PRECEDENTE NEFASTO QUE MANCHA LA PELOTA

Luego de conocerse el fallo, todo lo bueno que había significado la competencia del asociativo, se tiró al tacho de la basura por la negligencia de quienes estaban a cargo de la mesa y, también de los árbitros del juego.

Si bien es entendible que la protesta fue presentada fuera de término, menos se podía abonar el arancel si igualmente no prosperaría, quedando un precedente que puede poner en duda cualquier resultado, por el manejo arbitrario de un planillero, cuando no es advertido por las partes involucradas en el juego.

Conociendo la situación, desde la Asociación se podría haber actuado de oficio, y haberse adelantado a los hechos. O tal vez esperaban que todo llegará fuera de termino para literalmente hacer la de poncio pilato, y dar por terminado el asunto.

Pero en lugar de resolver la situación anómala registrada en la final que favoreció al local, donde se lo coronó campeón después de haber empatado, deja una mancha que quedará en la historia del básquet concordiense. Un campeón de la vergüenza, donde por vez primera en el básquet un empate es considerado una victoria.

Si bien esta decisión es inapelable y pretende cerrar el caso para la Asociación, deja un manto de dudas que fue lo mejor para evitar sancionar a los encargados de la mesa de control y hasta a los árbitros, y terminar perjudicando al equipo al que se le entregó el trofeo de campeón sin haberlo sido.

                                                                                                               Fernando Rodríguez.

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