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COMPAÑEROS CON LOS QUE SE ENTENDIA A LA PERFECCION

Gustavo “Tabilo” Suárez destacó a tres jugadores de Unión con los que se entendía casi a la perfección:
Acá en Unión tuve la suerte de jugar con Pablo Misto Segovia, que era uno con los que me entendía mejor. Otro, Yamil Zermathen.

Y el Pájaro Mildemberger que cuando yo tenía la pelota ya sabía qué hacer. Con los tres nos entendíamos muy bien y se nos hacía mucho fácil jugar.

Al dejar el fútbol tuvo la posibilidad de sumarse al cuerpo técnico de Unión. “Me vio Jorge Caraballo para estar en Unión y lo disfruté mucho porque es un entrenador muy capaz, muy llegador a los jugadores. Nos faltó un poco de suerte y lo que hicimos ese año lo disfruté mucho porque había algunos jugadores como los de Jubileo que me decían que nunca habían hecho una pretemporada como esa y en la parte física. Creo que nos faltó un poco de suerte. Con Jorge nos complementábamos muy bien. Él trabajaba con los jugadores del medio para atrás y yo la delantera”.

Actualmente, solo se saca el gusto en el fútbol de veteranos. “Ahora estamos con algunos compañeros en el Club Ciclista y nos sirve para distendernos”, apuntó Tabilo Suárez.

En el fútbol viví muchas cosas lindas, conocí a mucha gente, y todavía sigo en contacto con muchos de los amigos que coseché jugando al fútbol.

Mis características eran de un delantero potente, encarador. Tenía buen dribling y control de pelota, con explosión. Me gustaba encarar y llegar al gol. Después me fueron ubicando de 5. Mosquito Mendoza me hizo jugar de 5 en Unión con Yamil Zermathen y con el Pájaro que me la pedía y lo dejaba mano a mano con el arquero.

A la hora de recordar los goles hay muchos, pero uno en especial, dijo. El que más recuerdo fue jugando para Unión a Gandolfo desde la media cancha que atajaba para Ñapindá. Otro en cancha de Campito desde afuera del área, cerca de la mitad de la cancha, donde le pegué como venía y la pelota pegó en el travesaño, pegó abajo y de nuevo en el travesaño y entró. Fue un golazo.

Tuve la suerte de hacer muchos goles en Ferro y en Unión, destacó Gustavo Suárez, un jugador que no ha sido reconocido en nuestra ciudad, pero que dejó una marca imborrable desde que debutó en Santa Teresita en 1991 donde convirtió su primer gol de penal en el empate 1 a 1 con Ferro.


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