El tiempo pasa y los recuerdos de una de las más grandes conquistas de Unión y Fraternidad afloran en cada uno de los protagonistas del título de campeón departamental de Colón, hecho que se dio el 4 de octubre de 1987, hoy hace 35 años.
El equipo de la ciudad, de la mano del “Tula” Jorge Santos como técnico, dieron la vuelta olímpica en Villa Elisa al derrotar por un contundente 5 a 2 a Campito en el último partido del cuadrangular final de la Liga departamental de Fútbol de Colón.
Para llegar este inolvidable título, Unión tuvo que pagar el derecho de piso en su primer año en el 86. Al año siguiente, el equipo se afianzó y mostró todo su potencial que lo deposito en el mayor hito del fútbol azulgrana hasta ese momento.
El 5 de julio de 1987 se inició el camino que lo llevaría a la cúspide del fútbol departamental. El empate 1 a 1 con Campito, con un gol de Carlos Zapata, fue el preludio de lo que sería la gran final del año, el 4 de octubre.
Allí la historia fue diferente, Unión y Fraternidad goleó a los de Colón por 5 a 2, en un partido jugado en Villa Elisa, ante una multitud de simpatizantes de Unión que viajaron para alentar al equipo del Tula Santos.
Unión mantuvo la misma estructura durante todo el torneo.
Fue así que Horacio Visconti aporto seguridad y tranquilidad bajos los tres palos. En el fondo el orden y la sapiencia del Sapo Zapata, la marca de los hermanos Pastorini, sumado a la fuerza y solidez del Leti González.
En la mitad de la cancha, Carlos Segovia fue incansable con su ida y vuelta y la claridad para manejar el fútbol de Unión. Jorge Morínico y Luis Voltolini fueron el equilibrio justo para que sus compañeros se puedan soltar. Entre ellos adelante marcaban la diferencia Miguel Pellenc, el Tata César Segovia y el Mikey Monzalvo, estos dos últimos jugadores distintos de una enorme categoría dentro del fútbol departamental.
También alternaron en el arco Darío Nutz y el Colo Darío Joannaz como lateral por la derecha, el Cabezón Reducindo Segovia en los partidos finales y Palito Alberto Segovia como el comodin del equipo, que se adaptaba adonde lo ponían.
Unión había clasificado en la fase regular para jugar el cuadrangular final de la Liga junto a Campito, San Jorge y Ñapindá.
El 24 de setiembre perdió con Campito 2 a 1, con gol de Aldo Pastorini, en partido jugado en San Salvador.
El 27 de setiembre derrotó a San Jorge 2 a 1 con goles de Guillermo Monzalvo y Miguel Pellenc.
Y finalmente el 1 de octubre, derrotó a Ñapìndá 3 a 2, en un final para el infarto. En este partido, Villalva logró los dos goles para el verde y el Tata Segovia los dos de Unión. El empate estaba clavado, pero a dos minutos del final un soberbio tiro libre del “Tata” Segovia le dio una gran victoria a Unión, la espera del último partido que definiría la chance de Unión de un desempate.
San Jorge le ganó a Campito 1 a 0, y desencadenó en la definición entre los colonenses y Unión.
LA FINALISIMA, A PURA FIESTA Y EL CAMPEONATO PARA UNION
Unión jugó un gran partido, donde el Tata Segovia y Mickey Monzalvo fueron desequilibrantes.
En la primera etapa Franco anotó para Campito y Monzalvo para Unión.
En el complemento Unión logró imponer su estilo con una gran demostración de fútbol colectivo. Así, Monzalvo colocó el 2 a 1, pero Franco empató para Campito.
RESUMEN DEL PRIMER TIEMPO
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Cuando el Tata Segovia convirtió un soberbio tiro libre para el 3 a 2 inclinó definitivamente la balanza para el azulgrana.
Incluso cuando Campito tuvo la chance de empatar por medio de un penal, se agigantó la figura del Gordito Horacio Visconti, atajándole el remate.
En los minutos finales Unión lo terminó de liquidar con otros goles del tata Segovia y Monzalvo para sellar la goleada de 5 a 2 ante una multitud estimada en 1.500 personas.
Fernando Rodríguez – Archivo La Semana – Fotos: Archivo Pedro Martín y La Semana.